No es ninguna novedad afirmar que la risa y la sonrisa tienen efectos positivos para nuestra salud. Diversos estudios científicos afirman que la risa es buena para mejorar la circulación sanguínea, el colesterol o la diabetes, por ejemplo. Está demostrado que la risa y la sonrisa son beneficiosos para nuestra salud física pero también mental. Reír es la mejor terapia anti estrés, relaja, mejora el estado de ánimo…

Exista una estrategia o técnica psicoterapéutica destinada a mejorar el estado físico y psicológico a través de la risa: la risoterapia. Seguramente, no puede considerarse una terapia, ya que no cura enfermedades por sí misma, pero en ciertos casos logra sinergias positivas con las curas practicadas. Cuando una persona ríe, además de mejorar su estado de ánimo, también genera una sustancia beneficiosa para el organismo de cara a diferentes patologías y/o enfermedades.

En la actualidad, existen las llamadas “clínicas de risoterapia”, en las que si no se curan algunas enfermedades sólo con la risa, al menos se ayuda a sobrellevarlas. En general, las sesiones de risoterapia se practican en grupo aprovechando el contagio de persona a persona, ya que reír en grupo no es lo mismo que hacerlo solos: de esta forma el efecto grupal estimula a los que normalmente no reirían. En estas sesiones se educa a los participantes en todos los conceptos de la risa: sus tipos, ejercicios de relajación, cómo provocar la risa…

La risoterapia ayuda a desdramatizar las situaciones de la vida, desarrollando el espíritu optimista. Por eso, las personas que realizan risoterapia aprenden a tener una mejor visión de sí mismos, de su entorno y de sus posibilidades. Reír es esencial para tener una mejor calidad de vida y la risa es la mejor medicina preventiva ya que no tiene ninguna contraindicación.