¿Notas un dolor intermitente al masticar pero tu dentista no ve nada en la radiografía? ¿Te han dicho que todo está “bien”, pero tú sientes que algo no encaja al morder? Puede que estés lidiando con uno de los problemas más escurridizos en odontología: el síndrome del diente fisurado.
Aunque poco conocido entre los pacientes, este trastorno es más común de lo que parece y puede llegar a ser desesperante si no se diagnostica a tiempo. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre este problema, cómo afecta tu calidad de vida y por qué es importante acudir a una clínica de confianza en Barcelona para abordarlo adecuadamente.
¿Qué es el síndrome del diente fisurado?
El síndrome del diente fisurado —también llamado “diente agrietado”— es una fractura incompleta en un diente que suele pasar desapercibida en radiografías convencionales. A diferencia de un diente roto en su totalidad, aquí la grieta es tan fina que puede ser invisible a simple vista, pero lo suficientemente profunda como para generar dolor, sensibilidad e incluso daños en la pulpa dental.
¿Por qué este síndrome pasa desapercibido?
H3. Dolor errático, síntomas engañosos
A diferencia de una caries o una infección clara, el dolor en estos casos no es constante, sino que aparece al morder ciertos alimentos, al tomar bebidas frías o calientes, o incluso al apretar los dientes mientras dormimos. Este patrón errático hace que muchos pacientes lo ignoren o crean que es algo pasajero.
H3. Diagnóstico complejo y frustrante
Las fisuras suelen ser demasiado finas para aparecer en radiografías, especialmente si están en dientes posteriores o cubiertas por coronas. Por eso, es frecuente que los pacientes pasen de clínica en clínica sin un diagnóstico claro. En algunas ocasiones, el diagnóstico se confirma sólo tras la exploración con lupas aumentadas, pruebas de mordida específicas o con tecnología como la transiluminación.
Causas del síndrome del diente fisurado
H3. Hábito de apretar o rechinar los dientes (bruxismo)
El bruxismo es uno de los factores más comunes que lleva a la aparición de estas microfracturas. La presión constante, sobre todo por la noche, genera pequeñas grietas en los molares que con el tiempo se profundizan.
H3. Empastes antiguos o grandes
Los dientes que han sido tratados con empastes de gran tamaño pueden volverse más frágiles con los años. Las fisuras pueden aparecer justo en las zonas donde el tejido dental se une con el material restaurador, debilitando la estructura.
H3. Cambios térmicos extremos
Beber café caliente y luego tomar agua fría, o comer alimentos congelados y luego calentar la boca con algo tibio, puede producir microexpansiones y contracciones que favorecen la aparición de grietas.
H3. Maloclusiones o fuerzas masticatorias desiguales
Cuando los dientes no encajan bien, hay sectores que reciben más presión que otros, generando un estrés excesivo que favorece la fisuración.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
Aunque pueden variar, estos son los signos más habituales que pueden indicar un diente fisurado:
H4. Dolor al masticar ciertos alimentos
En especial cosas duras como frutos secos, pan tostado o carne fibrosa. El dolor aparece al soltar la mordida, no al ejercer presión.
H4. Sensibilidad térmica localizada
Las bebidas frías, calientes o incluso el aire frío al hablar pueden generar una molestia punzante en un solo diente.
H4. Dolor que no se mantiene constante
A diferencia de una caries o una pulpitis, aquí el dolor aparece de forma intermitente y muchas veces sin inflamación visible.
H4. Sensación de que algo “cruje” o molesta al morder
Algunos pacientes describen la sensación de que un diente “no encaja bien” o “se mueve” al cerrar la boca.
H4. Encías inflamadas en ausencia de infección visible
En casos más avanzados, la grieta puede haber alcanzado el periodonto, generando molestias en la encía adyacente.
Diagnóstico en consulta: ¿cómo se detecta?
H3. Exploración clínica detallada
El dentista realiza una inspección meticulosa del diente sospechoso, muchas veces usando lupas o microscopios dentales.
H3. Prueba de mordida
Se utiliza una pieza plástica (como la «Tooth Slooth») que el paciente debe morder. Si el dolor se reproduce al soltar la presión, es un indicio claro de fisura.
H3. Transiluminación
Consiste en dirigir una fuente de luz especial hacia el diente para observar si la luz se interrumpe por la presencia de una fisura.
H3. Tinte revelador
En algunos casos se aplica un colorante específico que permite visualizar la grieta.
H2. ¿Cuál es el tratamiento para un diente fisurado?
H3. 1. Sellado con resina compuesta
Si la fisura es superficial y no ha comprometido la pulpa, puede sellarse con un composite que estabiliza la zona y previene que la grieta avance.
H3. 2. Colocación de una corona
En fisuras más profundas pero que no afectan al nervio, se puede cubrir todo el diente con una corona de cerámica o zirconio para redistribuir las fuerzas y evitar fracturas.
H3. 3. Endodoncia + corona
Si la fisura ha llegado a la pulpa, es necesario realizar una endodoncia (tratamiento de conductos) antes de cubrir el diente con una corona.
H3. 4. Extracción del diente
En casos muy avanzados, donde la grieta ha alcanzado la raíz verticalmente, la única solución viable puede ser la extracción del diente.
¿Qué pasa si no se trata un diente fisurado?
H4. Infección pulpar
Una grieta no tratada puede ser la vía de entrada para bacterias que terminan infectando la pulpa dental.
H4. Abscesos y fístulas
En etapas más avanzadas, la infección puede extenderse al hueso, generando abscesos dolorosos y la necesidad de antibióticos y tratamientos invasivos.
H4. Pérdida del diente
Una fisura que compromete la raíz puede hacer que el diente no sea viable y deba ser extraído.
H4. Dolor crónico y debilitante
El dolor intermitente que no se identifica puede afectar la calidad de vida y generar ansiedad en el paciente.
¿Se pueden prevenir las fisuras dentales?
H3. 1. Protección contra el bruxismo
Usar una férula de descarga nocturna si se sospecha de apretamiento dental.
H3. 2. Revisiones periódicas
Una detección temprana puede salvar un diente que comienza a mostrar signos de fisura.
H3. 3. Restauraciones bien ajustadas
Evitar empastes sobredimensionados o coronas mal ajustadas que generen tensión innecesaria en los dientes.
H3. 4. Evitar morder objetos duros
Como hielo, huesos o bolígrafos, que pueden generar microfracturas con el tiempo.
H3. 5. Equilibrar la mordida
Un ajuste oclusal puede ser clave para que los dientes trabajen de forma uniforme y se distribuyan bien las fuerzas masticatorias.
¿Dónde tratar el síndrome del diente fisurado en Barcelona?
En Barcelona, clínicas especializadas como CDZ cuentan con el equipamiento, el enfoque multidisciplinar y la experiencia para diagnosticar y tratar este problema con la precisión que requiere.
El síndrome del diente fisurado no es fácil de detectar ni de tratar, pero con la atención adecuada, es posible recuperar la funcionalidad del diente y evitar complicaciones graves.