La halitosis es uno de los problemas de la boca más importante, no ya tanto por la gravedad de la situación como por las
consecuencias que genera en las relaciones con los demás, ya que una persona con halitosis tiende a ser prejuzgada y apartada de una manera inconsciente por los demás.
Por ello es conveniente ser consciente de si existe este problema para evitarlo de raíz y no ocasionar consecuencias irremediables en nuestras relaciones sociales que puedan acabar por hundirnos.
Pero, ¿cómo se puede evitar la halitosis?
- Higiene bucal: Parece una perogrullada pero no por ello deja de ser cierto. Con una higiene bucal adecuada se conseguirá evitar el mal aliento en un alto grado ya que en la mayoría de las ocasiones la halitosis viene provocada por la placa bacteriana que se acumula entre los dientes.
Por ello es necesario llevar una higiene bucal rigurosa que combine un cepillado adecuado de al menos dos minutos después de cada comida, con la utilización de hilo dental que asegure que no se queda ningún resto entre los dientes y un enjuague bucal, preferiblemente con sabor fuerte, a clorofila o menta, por ejemplo, que de frescor a la boca y a nuestro aliento.
- Evitar alimentos fuertes: Como siempre, la prevención es fundamental para cualquier problema, y la halitosis no iba a ser menos. Se trata de evitar alimentos con un fuerte olor, como por ejemplo cebolla o ajo, cuyo olor, a pesar de que mantengamos una higiene bucal adecuada, se mantiene durante largo tiempo.
- Tabaco: El tabaco es una causa fundamental de la halitosis por lo que hay que intentar evitar su consumo en la medida de lo posible, y más si se sufre de halitosis. La mejoría será instantánea.
¿Sigo todos esos consejos y aún así mi halitosis se mantiene?
Entonces tu problema debe de ser algo más grave, seguramente de origen estomacal, por lo que deberás de acudir al médico para que te haga un análisis más profundo. La mayoría de los casos de halitosis se resuelven con las precauciones anteriores y solo una minoría tienen un origen más grave.
