higiene bucodentalPara gozar de una buena salud bucodental, la prevención es fundamental. En odontología, como en muchos otros aspectos de la vida, prevenir es mucho mejor que curar o lamentar. Y en este caso, la prevención se basa en tres pilares fundamentales: la higiene bucodental diaria, una buena alimentación y el control o revisión anual del estado de nuestros dientes y encías. Una correcta higiene dental evitará la acumulación de sarro o placa bacteriana que puede comportar la aparición de caries o enfermedades de las encías. Una buena alimentación, evitando el exceso de alimentos que puedan dañar dientes y esmalte, nos proporcionará los nutrientes necesarios para nuestra salud. Y la visita anual al odontólogo puede detectar precozmente cualquier problema.

La odontología preventiva es aquella que cuida nuestra salud bucodental y se anticipa a cualquier posible problema, detectándolo cuando todavía está en sus inicios. La odontología preventiva incluye tratamientos destinados a prevenir caries o enfermedades de las encías. Una vez al año es recomendable realizar tratamientos como la fluorización, la limpieza de boca y sellado de fisuras.

Con la fluorización, se aplica flúor sobre los dientes para prevenir la aparición de la caries. El flúor aumenta la resistencia del esmalte a los ácidos producidos por las bacterias de la placa bacteriana y que son el origen de las caries. Con la limpieza, o higiene bucal, se elimina el sarro y la placa bacteriana adheridos a los dientes. Además de ser un elemento antiestético e irritativo de la encía, su acumulación favorece el desarrollo de la enfermedad periodontal. Y, finalmente, el sellado, un tratamiento especialmente indicado para los niños, crea una barrera física para impedir que las bacterias y restos de alimentos penetren en las fosas y fisuras, evitando la aparición de caries.