La estética dental es una de las especialidades de la odontología que más está evolucionando en los últimos años. Lucir una bonita sonrisa es el deseo de muchas personas que gozan de una buena salud bucodental pero que no están a gusto con la forma, el color o la posición de sus dientes. Una sonrisa blanca y con todas sus piezas bien alineadas se relaciona rápidamente con una sonrisa sana y saludable. Gracias a los avances tecnológicos y a la evolución de los tratamientos, cada vez es más fácil conseguir la sonrisa que uno desea.

Esta evolución es muy evidente en los tratamientos de ortodoncia. De los antiguos aparatos correctores, muy poco discretos y antiestéticos, ya casi no queda ni rastro. Actualmente, los pacientes con ortodoncia disponen de una amplia variedad de opciones para corregir la posición de sus dientes de una manera discreta y, a veces, incluso imperceptible a ojos de los demás. Pero la estética dental es mucho más que dientes alineados. Tener unos dientes blancos es otro de los deseos de muchos pacientes. Con el paso del tiempo, el desgaste del esmalte y el efecto de los alimentos u otras sustancias que oscurecen y manchan los dientes, el color original de éstos se va volviendo amarillento. Los tratamientos blanqueadores consiguen resultados efectivos, duraderos y visibles desde la primera sesión.

Pero incluso es posible mejorar la forma de los dientes. Los dientes demasiado pequeños o los dientes astillados o fracturados pueden transformarse con la colocación de fundas de porcelana o carillas dentales. Éstos solo son algunos ejemplos de tratamientos de estética dental que ayudan a diseñar y conseguir, con más o menos esfuerzo, la sonrisa perfecta y deseada.