Todos sabemos la importancia de cuidar nuestra salud bucodental y nuestra sonrisa. Una boca sana influye positivamente en el estado de salud en general, igual que una bonita sonrisa influye en una estética y la belleza del rostro. Además, una sonrisa tiene otros efectos muy positivos en las personas. Sonreír no cuesta nada y aporta mucho a uno mismo y a los demás.
Una sonrisa, además de tener una serie de efectos beneficiosos para la salud, ayuda a mejorar el entorno en el que nos encontramos y las relaciones con los demás. Ya sea a nivel personal o profesional, una sonrisa es algo más que mostrar los dientes porque transmite mucho sobre nosotros. Con una sonrisa, uno puede demostrar que está seguro de sí mismo y de sus acciones y decisiones. Además, para el que recibe la sonrisa, los efectos tampoco pasan desapercibidos. Una sonrisa da confianza, desarma dudas o sospechas, esfuma el miedo y la ira, y saca a la luz las mejores cualidades de la persona, cualidades que inmediatamente influyen en el que recibe la sonrisa.
La sonrisa es la mejor manera de transmitir positividad. Y en un entorno de trabajo, en el que podemos pasar gran parte del día, la manifestación de estas buenas sensaciones ayuda a crear un ambiente sano y agradable, a reducir las tensiones propias del ambiente laboral y a evolucionar en todos los aspectos. Y es que, hace ya muchos años, William Shakespeare ya lo dejó muy claro: “Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”.