La salud bucodental va más allá de una bonita sonrisa o unos dientes fuertes. La salud bucal es uno de los principales componentes de la salud general y tiene mucha más importancia de la que podemos imaginar, ya que puede afectarnos en todos los aspectos de nuestra vida, incluso el modo en que vivimos, la disfrutamos y nos sentimos con respecto a nosotros mismos y a los demás. Cualquier problema de salud oral (caries, dolor de muelas, encías sensibles…) tiene un efecto directo y profundo sobre nuestra salud y nuestra calidad de vida.
Si alguna vez has sufrido algún tipo de dolor dental, sabrás de lo que hablamos… Un dolor causado por una caries profunda puede derivar en un intenso dolor de cabeza, puede volvernos más irritables, puede condicionar la manera en qué no relacionamos con los demás, etc. En resumen, el dolor y sufrimiento provocados por los problemas bucodentales afectan directamente nuestro bienestar y nuestra calidad de vida. Y a la inversa. Una buena salud bucodental y unos dientes sanos y fuertes mejoran nuestra autoestima, nos dejan disfrutar más de los placeres gastronómicos y repercuten positivamente en nuestra salud y en nuestra vida diaria.
Cuidar los dientes es también proteger el corazón. Existen estudios que ponen de manifiesto una más que posible relación entre las enfermedades de las encías y el desgaste y obstrucción de las arterias, que puede ocasionar infartos y otros problemas del corazón. Las bacterias que se encuentran en las encías infectadas, viajan por el torrente sanguíneo y pueden provocar infecciones en otros órganos, entre ellos el corazón. Éste es el mejor ejemplo de que cuidando nuestra salud bucodental, estamos cuidando nuestra salud general.
