Las personas que llevan prótesis dentales deben prestar la misma atención que a la dentadura natural, o incluso más, a la hora de realizar una correcta higiene bucodental. Las prótesis fijas y las removibles no son inmunes a los efectos de las bacterias y la placa bacteriana y, aparte de irritaciones de las encías, una mala higiene dental puede crear problemas de caries en los dientes naturales que permanezcan en la boca.
Es muy importante que los pacientes con prótesis dentales tengan un especial cuidado en la higiene dental para mantener una buena salud oral y conseguir una mayor duración de su prótesis. Es primordial eliminar a diario la placa bacteriana para reducir el riesgo de infecciones por bacterias y hongos. Después de cada comida, las prótesis dentales removibles deben higienizarse con cepillo y agua corriente pero además, diariamente, se deben sumergir en un limpiador de dentaduras no abrasivo, ya que el dentífrico estándar puede dañar el material de la prótesis. Los limpiadores de prótesis sólo deben utilizarse fuera de la boca y las prótesis deben lavarse a fondo y con abundante agua antes de colocarse de nuevo en la cavidad oral.
Las prótesis dentales nunca se deben poner en agua hirviendo ni deben sumergirse en blanqueadores con cloro, o en productos que lo contengan, durante más de 10 minutos, ya que podrían estropearse. Es recomendable retirar la prótesis de la boca unas 6-8 horas al día, por la noche por ejemplo, para un adecuado descanso y oxigenación de las mucosas. Durante el tiempo que las prótesis dentales no estén en la cavidad oral, deben permanecer sumergidas en agua o en un entorno húmedo para evitar que se deformen.
