La boca seca no se considera una enfermedad pero sí que es síntoma de que se ha producido alguna variación en nuestra salud bucal o general. La sequedad bucal, técnicamente conocida como xerostomía, está causada por la disminución de la saliva provocada por el mal funcionamiento de las glándulas salivales. Esto puede dificultar acciones tan simples y cuotidianas como hablar, comer o deglutir. Una xerostomía no tratada podría disminuir el sentido del gusto, dificultar la masticación, hasta reducir el placer de comer y conversar.
Mayoritariamente, la sensación de boca seca es causada por el efecto de algunos fármacos pero también puede ser una consecuencia propia del envejecimiento del organismo. Son más de quinientos fármacos los que provocan estos efectos, muchos de ellos son de uso muy frecuente en las personas con enfermedades cardiovasculares o trastornos psicológicos o mentales.
La producción de saliva es esencial para mantener una boca saludable ya que, además de ayudar a masticar, tragar, saborear los alimentos o incluso hablar, la saliva es un agente protector de nuestros dientes y encías frente al ataque de las bacterias. Cuando el flujo de saliva disminuye o desaparece estamos expuestos a la formación de placa bacteriana, a la inflamación o sangrado de encías, la caries y el mal aliento. Algunos de los síntomas más frecuentes de esta alteración son la sensación de ardor y dolor en la lengua, boca reseca, la aparición de fisuras en la comisura de los labios, el aumento de la sed o la dificultad para ponerse la dentadura postiza, en el caso de pacientes que ya no conservan sus dientes. Uno de los primeros signos que observan estas personas es que la saliva se vuelve espumosa y viscosa.
Si este es su caso, no dude en consultarlo con su odontólogo en clínica dental Zendrera que le asesorará y aconsejará el tratamiento más adecuado para paliar estos síntomas y mejorar su calidad de vida.
