Enseñar a los más pequeños de la casa buenos métodos de higiene bucal y buenos hábitos es una inversión segura en salud que proporciona siempre efectos y beneficios muy positivos.
Hay que fomentar la higiene dental de una forma divertida y participativa, por ejemplo, permitiendo a los niños que elijan sus propios cepillos de dientes.
Para proteger los dientes y encías de los niños y reducir el riesgo de caries deben seguir una serie de recomendaciones.
– Cepillar los dientes por lo menos dos veces al día con un crema dental con flúor.
– Utilizar el hilo dental a diario para eliminar la placa bacteriana de entre los dientes.
– Seguir una dieta equilibrada y evitar el consumo excesivo de azúcares.
– Llevar a los pequeños al dentista para que se sometan a revisiones y se familiaricen con la consulta y los profesionales de la salud bucodental.
Además, es muy importante supervisar el cepillado de los niños hasta que lo dominen.:
– Utilizar una pequeña cantidad de crema dental es lo adecuado, hay que supervisar que no se traguen la crema dental.
– Elegir un cepillo dental suave y colocar los filamentos inclinados hacia la encía.
– Cepillar desde la encía hacia el diente.
– Cepillar la lengua para eliminar las bacterias que contiene.
El hilo dental elimina los restos de comida y placa que se depositan entre los dientes, es recomendable empezar a usarlo a partir de los 4 o 5 años. La mayoría de los niños a los ocho años ya utilizan el hilo dental por sí mismos.
Todo ello con la finalidad de inculcarles buenos hábitos de salud bucodental. Empezar desde niños a cepillarse los dientes con regularidad y a usar el hilo dental es una garantía de éxito en el futuro. Tan sólo es necesario ser estricto en los primeros años de vida para que disfruten de una buena salud bucodental durante toda la vida.
